Mineralidad que adquiere de unos suelos muy específicos, localizados a 1.100 metros de altitud, pero que también proviene de unas cepas muy viejas de merseguera que fueron abandonadas y que la familia Martínez Palmero consiguió recuperar con mucho esfuerzo y empeño.

Frescura mediterránea perfecta para el verano pero que según vayan pasando los meses se va a ir adornando de matices que lo harán idóneo para acompañarnos cuando vayan bajando las temperaturas.

¡Descubre su potencial gastronómico!