Descubre este vino blanco con alma de tinto, un vino de estilo clásico, con potencial de evolución y clara vocación gastronómica, perfecto para convencer a los consumidores de vino tinto de que el vino blanco puede tener estructura, cuerpo y persistencia, e ideal para los amantes del vino blanco que no quieren cambiar de tipo de vino cuando empieza el frío y empiezan a apetecer los platos de cuchara.

¡Feliz entrada de otoño!