Con una limitadísima producción de tan sólo 1.979 botellas, esta elaboración exclusiva representa la fusión perfecta entre innovación y tradición, espíritu de las 5 generaciones de Bodegas Valdemar, manteniendo el sello de calidad que caracteriza a la bodega.

Un vino que se une a la singular línea de vinos espumosos de la bodega, junto al Conde Valdemar Finca Alto Cantabria Viñedo Singular. Ambos, vinos son reflejo de la determinación de Bodegas Valdemar por crear productos de alta calidad, exclusivos y con una profunda vinculación con la tierra de donde provienen.