Bellmunt i Oliver Viticultors:

Con la viticultura regenerativa como obstinación elaboran vinos naturales plenamente disfrutables dentro de un contexto de sostenibilidad económica y social

El proyecto Bellmunt i Oliver Viticultors se ubica en la provincia de Castellón, en 14 parcelas diferentes del interior localizadas en los términos municipales de Useras, Vilafamés, La Barona y Cabanes.

Se crea en el año 2007, año en que los dos impulsores de esta aventura se hicieran cargo de los viñedos familiares de uno de ellos: la esposa de Víctor Bellmunt. Tan sólo dos años después de adquirir esta responsabilidad y movidos por la constatación de que el modelo de venta de uva no era sostenible económicamente, deciden dar el salto y crear sus propios vinos:

Así nació el verdadero espíritu de Bellmunt i Oliver.

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Su unión a la tierra y lo que esto significa

La agricultura no era nada nuevo para esta familia cuando tomaron esta decisión, más bien todo lo contrario, ha sido parte de su identidad.

Cultivar la tierra es algo que llevamos en la sangre.

Pero la región del Levante español, caracterizada por su clima mediterráneo con veranos secos e inviernos suaves, presenta desafíos significativos para la agricultura y la ganadería.

Castellón, con su clima árido y escasez de recursos hídricos, ha experimentado tradicionalmente una presión considerable en sus sistemas agrícolas y ganaderos. Los modelos convencionales de agricultura intensiva han llevado a la degradación del suelo, la pérdida de biodiversidad y a menudo han dejado a las comunidades rurales dependientes de prácticas no sostenibles.

Su viticultura viene marcada por su contexto geográfico

Que a su vez determina un contexto social y económico específico.

Estas circunstancias, la dependencia de modelos intensivos y la presión sobre los recursos naturales que acarreaban problemas de rentabilidad y sostenibilidad financiera a largo plazo, les convencieron para dar el paso, primero a la agricultura ecológica, y en coherencia con su visión de la viticultura posteriormente adoptaron el modelo regenerativo:

Hicimos la transición a la agricultura ecológica por conciencia ambiental. Luego, comprendimos que debíamos ir más allá, hacia una agricultura regenerativa que respeta y revitaliza los ecosistemas. Buscamos equilibrio, no solo producción.

Víctor Bellmunt nos explica que la adopción de prácticas regenerativas en la agricultura y ganadería implica, en muchos casos, la optimización de recursos y la reducción de costos a largo plazo. La diversificación de cultivos y sistemas integrados permite una utilización más eficiente del suelo, reduciendo la necesidad de aditivos como fertilizantes y pesticidas. Además, la gestión del agua de manera más eficaz, a través de sistemas de riego por goteo y la captación de agua de lluvia, puede resultar en una disminución de los costos asociados con el riego convencional.

La agricultura y ganadería regenerativa presentan oportunidades económicas que van más allá de la mera productividad, no solo buscan mejorar la salud del suelo y con ello su productividad, sino que también tienen el potencial de revitalizar comunidades rurales, fortalecer la seguridad alimentaria y fomentar un desarrollo sostenible y equitativo.

Su primera cosecha certificada como ecológica la recogieron en el año 2020, un hito que refleja su compromiso con una viticultura responsable.

Nuestra meta es la regeneración de los suelos y lograr el equilibrio entre microorganismos, plantas y el resto de organismos del entorno creando una gran biodiversidad. Consiguiendo un balance negativo de carbono, es decir secuestrando de la atmósfera mas carbono del que emitimos

Las plantaciones evolucionan al unísono con la transición en la viticultura

Las variedades que cultivan actualmente son: Tempranillo, Embolicaire, Macabeo, Merlot, Syrah, Cabernet, Pinot Noir, Chardonay, Moscatel, Garnacha. Pero no siempre fue así.

Al inicio plantaron algunas variedades internacionales por necesidad y falta de experiencia pero a día de hoy su apuesta es clara: recuperar y potenciar las variedades locales que mejor expresan su identidad.

Lo que tienen muy claro es que si la uva, sea nacional o foránea, no se adapta al territorio se arranca como por ejemplo el riesling, que no consigue madurar adecuadamente en su zona: el terruño manda:

… Cada intento nos ha ayudado a aprender y afinar nuestro enfoque.

El equipo: con Víctor al frente, todos suman

Víctor se dedica en cuerpo y alma al proyecto pero toda la familia está implicada en él:

Somos una familia apasionada por la tierra y el vino: mi esposa, nuestros dos hijos y yo. Aunque todos colaboramos, yo estoy completamente dedicado al proyecto.

Una familia que siempre ha estado ligada al campo, de hecho Víctor no sabe recordar el momento exacto en el que tuvo su primer contacto con el vino:

Desde niño, el vino estuvo presente: el pan con vino y azúcar, el pisado de la uva con los mayores… Recuerdos que hoy toman forma en cada botella.

En Bellmunt i Oliver todos suman desde donde más valor aportan. Se involucran en cada etapa, desde la viña hasta la botella, porque creen en un trabajo en equipo con alma familiar.

En bodega

La bodega está situada en el casco urbano de Cabanes. Es un bodega muy funcional donde se distinguen tres zonas: una zona de tienda con sala y espacio para poder realizar catas o pequeños eventos, las zona de elaboración y la cava para la crianza de los vinos espumosos.

Desde hace ya varios años elaboran vinos tranquilos y espumosos con la mínima intervención posible y con certificación ecológica. Asimismo están potenciando los vinos naturales sin ninguna adición, así como las elaboraciones en antiguas tinajas de barro.

Los vinos

Mirando hacia atrás desde los 8 vinos tranquilos y los 6 espumosos que elaboran, invitamos a Víctor a que recuerde su primer vino:

Nuestro debut fue el Gallus Optimus Blanc, un vino blanco 100% Macabeo que marcó el inicio de nuestro camino.

Y no podemos dejar de preguntarle el porqué de la extensa familia en la que se ha convertido:

Ampliamos nuestra familia de vinos buscando nuevos públicos y tendencias. Los clásicos siguen siendo esenciales, pero nos gusta innovar y sorprender al consumidor.

Los espumosos

Nos ha sorprendido especialmente su decisión de elaborar vinos espumosos en una zona donde no se hacía, de hecho su B&O Brut Nature fue el primer vino espumoso elaborado en la provincia de Castellón.

Lo que no sabíamos es que en su familia y para consumo particular, sí que había costumbre de hacerlo:

Desde el primer momento quisimos crear espumosos. Era una tradición familiar que quisimos compartir con el mundo desde el inicio del proyecto.

Comenzaron con el método tradicional, por considerarlo más accesible. Pero en 2015 lanzan su primer espumoso ancestral: el Embolicaire, reflejo de su pasión por lo auténtico:

Los hemos catado en VinObjetivo

Los vinos tranquilos

En la gama de vinos tranquilos de Bellmunt i Oliver Viticultors encontramos diversos estilos unidos por un único nexo: la honestidad y la obstinación por traducir su territorio en vino.

Tranquilos naturales

Con las tinajas como abrigo

Los vinos de parcela: el más joven y el más misterioso:

Los clásicos

Con los que empezaron y que siguen siendo un referente:

¡Estad atentos a sus novedades! Os iremos poniendo al día aquí

©Mara Funes Rivas – Abril 2025

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