La línea de conexión entre los 10 vinos que participaron en la última cata a ciegas del 2022 fue la proyección en el tiempo, la increíble capacidad que tiene el vino de evolucionar y crecer en belleza, si la base de la que parte ya es un germen de dicha hermosura.

Pues bien, si hay un vino que es ejemplo de ese predicamento es el Valenciso 10 Años Después, cuya añada 2008 revisitamos tres años después de nuestro primer acercamiento en octubre del 2019.

La maestría con la larga crianza que ha desplegado esta singular bodega riojana queda expuesta en su máximo esplendor con este vino que fue embotellado diez años después de su vendimia, y que en el 2022, demuestra que tiene vigor y juventud para maravillarnos durante, al menos, diez años más.