Sí, porque Miquel Oliver, aunque tercera generación de viticultores en la isla de Mallorca, fue un visionario innovador que modernizó la elaboración del vino en la isla trayendo los primeros depósitos de acero inoxidable y los primeros sistemas de control de temperatura, pero jamás perdiendo de vista el campo, las viñas, la uva.

Así consiguió ser uno de los primeros elaboradores mallorquines de vino embotellado reconocidos a nivel nacional, apartándose del granel y apostando siempre por la calidad sin perder nunca la esencia: