Sí, porque ahora parece que hay muchas, y lo que es peor, muchos verdejos.
Se ha perdido la tipicidad, la auténtica, no la que exigen determinados organismos. Porque al final la tipicidad pertenece a una tierra, no se mide con parámetros olfativos ni mucho menos con la impresión de miles de etiquetas.
Hay que reivindicar esta variedad, su legado, su presente y cuidar su futuro. Esto es lo que hace Ernesto PIno Arance en Laparra Wines