Hay pocos, muy pocos casos de viticultores con tanta sensibilidad como Goyo García Viadero, que además, consigan extraer el espíritu, el alma más pura de la Ribera del Duero, la Ribera del Duero más natural, aquella con la que se vuelven a sentir los aromas y los sabores de antaño.

Con este Finca Valdeolmos 2016 nos hace viajar hasta Olmedillo de Roa, a 860 metros de altitud en la provincia de Burgos, donde cepas de más de cien años han estado esperando a que alguien como él las sepa convertir en belleza embotellada: