Porque es de esos vinos que te permiten hacer juegos casi malabares de emparejamiento con muchas cocinas muy diversas.

Pero además, es el vino blanco que debes tener siempre en tu nevera, porque si llegan invitados les va a encantar, si te invitan a una fiesta sabes que no te va a fallar, y si nada de esto ocurre, lo abrirás porque simplemente te apetece: