Javier Murúa, quien junto a su padre Julián se hizo cargo de la marca Conde de los Andes al adquirir el conjunto arquitectónico y botellero de las bodegas Paternina en Ollauri, decidió elaborar aquí una gama de vinos muy especial, serían los mejores vinos y saldrían al mercado sólo cuando estuvieran en un momento óptimo de finura.

Ese momento ya ha llegado para su tinto 2015 y lo pudimos comprobar en la cata a ciegas de diciembre