No, no penséis que se nos ha ido la cabeza.
No es ninguna locura lo que decimos, porque la orografía del terreno en el que crecen las viñas de Lar de Ricobao, en el corazón del valle Quiroga-San Clodio, impide la penetración de las borrascas atlánticas pero da paso a la influencia mediterránea que penetra por el valle del Sil.
Si a esto se le añade una selección en viña de las mejores uvas y una elaboración escrupulosamente respetuosa con la fruta, tenemos este vino gallego con alma mediterránea que es perfecto para disfrutar durante todo el año