Hay vinos que nacen para alegrarte la vida, que con su sincera desfachatez frutal y su chispeante frescura hacen que beber vino sea de las cosas más agradables y bonitas de la vida, sin necesidad de complicársela.

Si ves este vino en un lineal, en un restaurante o en una página web, no lo dudes ¡es imposible que no te guste!