El vino natural, por su ausencia de aditivos y correctores tanto en la viña como en bodega, es como un rostro sin maquillaje, con sus virtudes y defectos a flor de piel.
Por esta razón, cuando encontramos en un vino natural como el García Georgieva Blanco 2018 esa belleza a menudo esquiva en estos vinos, nos confirma el gran trabajo de Goyo García Viadero desde la cepa hasta la copa: