Ariyanas Seco sobre Lías Finas 2016 – 5 años después: fascinante en su evolución, ideal para armonías

👇🏼 Comparativa con la cata llevada a cabo en el año 2018

Información de interés: La uva con la que se elabora este vino procede de viñas que llegan a alcanzar los 100 años de edad y que crecen perfectamente mimetizadas con un paisaje escarpado, con vistas espectaculares, al abrigo de la sierra de Maroma. Los suelos de pizarra se encuentran a alturas de entre 500 y 800 metros sobre el nivel del mar.

Apreciación: Han renovado el diseño de la etiqueta de una manera muy elegante y al mismo tiempo con una marcada expresión de origen, de territorio. Una etiqueta viva, que da sensación de textura y que invita a conocer el interior.

El vino tiene color amarillo intenso en transición hacia tonos anaranjados y ligeramente velado debido al paso del tiempo y su oxidación, pero manteniendo limpidez y brillo.

La nariz se desvela muy aromática desde el primer momento, pero habría de sorprendernos su personalidad camaleónica a lo largo de la cata. Se abre con aromas dulces de fruta blanca fresca: pera, y también la asada confitada y deshidratada como la manzana y los orejones. La dulzura también toma la forma de la tomatera en contraste con la acidez cítrica de la piel de naranja.

Las flores reclaman protagonismo: flores ajadas y manzanilla seca sobre fondo de frutos secos: nuez y avellana tostada, unidos a la frescura del bosque balsámico.

Asoman ceras, toques de hidrocarburos, levaduras y miga de pan, sensación de hollejo macerado, mineralidad de cemento y final amielado con toques de almizcle. Una complejidad aromática que iría en ascenso durante la cata.

En boca tiene un tacto graso, oleoso, que sin embargo camina grácil en virtud de una excelente acidez que sabe mover el vino y que deja una sensación vibrante en el paladar. Es muy sabroso, con notas de cereales, punto seco que recuerda a la crianza biológica y a la vez, a la oxidativa, muy ligeramente, unas meras pinceladas.

Tiene buena persistencia y peso en boca por el contacto con las lías; es muy franco con la nariz, fino, equilibrado y con un final muy largo, tiene amplitud y flores en retro-gusto que le aportan un carácter sutilmente añejo.

Valoración global

El Ariyanas Seco sobre Lías Finas 2016 es un perfecto ejemplo de la complejidad bien entendida.

Fresco, ágil y sabroso, tiene capacidad para vibrar en boca sin perder volumen. Sorprendió gratamente su evolución a lo largo de la cata y sin duda es un vino complejo, diferente, de singular limpieza sin renunciar a su marcada personalidad.

Lo que vimos en el 2018, perspectiva

El Ariyanas Seco sobre lías 2016 nos demuestra una trayectoria ejemplar en un vino blanco seco que no ha pasado por barrica.

Si ya de por sí en el 2018 con tan sólo dos años de vida, nos daba claras muestras de complejidad y amplitud tanto en nariz como en boca, su evolución en estos 5 años se puede tachar de fascinante, sin indicios de cansancio y desplegando la sabiduría y la seguridad que el tiempo únicamente otorga a los vinos con factura impecable y fieles a su origen y territorio.

Recomendación de consumo:

El Ariyanas Seco sobre lías 2016 es un vino que desde inició su camino demostró una clara voluntad gastronómica que lo convierte en ideal para armonías.

Un juguete para disfrutar en menús degustación, combinando sus múltiples y variadas caras, con propuestas gastronómicas tanto tradicionales como arriesgadas: acompañará un maridaje clásico con su finura aromática, peso en boca y gracilidad en el paso, pero su complejidad y sobre todo, su capacidad de evolución en copa lo hacen perfecto para propuestas más osadas, disfrutando de contrastes de aromas y texturas.

©Mara Funes Rivas – Diciembre 2023


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