Cuéncame 2021: Jovial y limpio, chispeante y pizpireto

  • Bodega: Altolandon
  • Origen: Landete (Cuenca) – D.O.P. Manchuela
  • Variedad/es: Ensamblaje de Bobal y Syrah.
  • Elaboración: Elaboración vegana, no se utilizan productos de origen animal en ningún momento del proceso y con mínima intervención
  • Crianza: Crianza mixta tinaja + barrica
  • Graduación: 14%
  • Fecha de cata: Cata a ciegas llevada a cabo el 25 de julio de 2023

Información de interés: El viñedo a partir del cual se elabora este vino está cultivado en ecológico. Es un vino que homenajea a la tierra de Cuenca y sus paisajes, y a través de él, a la fusión del clima mediterráneo y continental que los hacen posibles. Lo hace a través de una vinificación -respetuosa con la tradición- de las uvas que proceden de suelos arcillosos con base calcárea


Apreciación: Los diseños de esta gama de vinos son realmente encantadores, con colores vibrantes, y trazos gruesos y expresivos. De éste en particular, nos encanta la manera en la que representa a la ciudad de Cuenca y la vida que transcurre en y alrededor de ella.

El vino tiene color rojo violeta con reflejos rubí y capa media. Límpido y muy brillante.

Espontáneo desde el minuto uno, te envuelve con frutas maduras del bosque, rojas: cerezas y grosellas, negras: moras y arándanos, y un punto tropical de lichi.

Evoluciona hacia notas más herbáceas pero sin perder la fruta, asoman las hojas de la tomatera, las hierbas de alta montaña y la menta. La combinación de ambos perfiles nos recuerda mucho a la zarzaparrilla.

Profundiza con lácteos de queso crema, vainilla y sirope de frambuesa ¡es una tarta de queso! Pero al minuto cambia y se muestra más serio y profundo con la esencia de la pimienta negra, la nuez moscada, y la fragancia del laurel y el romero. Una nariz muy expresiva, desenfadada y golosa.

Franco en boca, destacan las frutas del bosque como la mora y el arándano azul, con sensaciones de hollejo maduro, a las que siguen los cítricos del pomelo y la pulpa escarchada de naranja. El dulzor se ve compensado con el sabor a cacao amargo en polvo y los mentolados que llegan a rozar la tinta china. Desarrolla sabor a café torrefacto y al final, deja una sensación cálida en paladar y lengua.

Tiene un volumen medio, taninos suaves y una alta acidez que refresca el conjunto. Es chispeante y pizpireto.

Valoración global y recomendación de consumo

El Cuéncame 2021 es un vino equilibrado, simpático y fácil de beber, y sin embargo complejo en nariz y boca, con potencial de evolución. Jovial y limpio, destaca su raza en boca.

Es un vino perfecto para copear y para tapear, para disfrutar de una charla con amigos saboreando tapas de bravas, croquetas, huevos rotos, tortilla española, jamón y otras chacinas, quesos curados y casquería. Pero llévatelo a la mesa y acompañará con elegancia potajes, estofados y asados.

Un punto a tener en cuenta es que es un vino sensible a la temperatura por lo que será conveniente cuidar la temperatura de servicio, no sólo al descorchar sino también durante su degustación.

© Mara Funes Rivas – Septiembre 2023


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