- Bodega: Sedella
- D.O./Origen: La Axarquía (Málaga) – D.O. Sierras de Málaga
- Variedad/es: Romé tinta, Garnacha tinta, Jaén tinto y otras
- Elaboración: Vendimia manual con bajos rendimientos. El mosto fermentó con levaduras indígenas
- Crianza: Realizó la fermentación maloláctica y la posterior crianza de 14 meses en huevos de cemento y ánforas
- Graduación: 13º
- Fecha de cata: Cata a ciegas llevada a cabo el 24/10/2023
Información de interés: El viñedo se encuentra en empinadas laderas de pizarra laminada que no permiten la mecanización, por lo que el trabajo en la pequeña finca de 0,9 hectáreas de la que proceden las uvas para este vino, lo realizan animales que caminan entre hileras de cepas jóvenes que miran al sur. Se practica una viticultura tradicional de mínima intervención, utilizando técnicas ancestrales de cultivo, arado romano tirado por bestia y arado manual en las zonas con mayores pendientes. Cultivo ecológico certificado.
Apreciación: Nos encantan las etiquetas que te permiten intuir un paisaje y ésta lo hace muy bien, te hace sentir la bruma que sube desde el Mar Mediterráneo hasta las montañas de la Axarquía.
El vino tiene un intenso color rojo amoratado con reflejos azulados, ribete rosáceo y capa alta.
En nariz destaca en un primer momento la fruta negra (moras), la naranja sanguina con especias y las guindas en licor, dejando para el final un recuerdo de cueros finos.
Al reposar afloran los aromas balsámicos, primero en forma de pino, después y con mucha fuerza el regaliz negro y el mentol de las pastillas Juanola, y va aún más allá con la esencia del almizcle. Gira hacia el suelo trayendo aromas orgánicos de turba sobre fondo arcilloso, sotobosque, madroño, ahumados, y trufa negra. Una nariz limpia y perfumada.
Se muestra muy fresco en boca, se nota la altura. La fruta es roja y negra en equilibrio con lo vegetal de las hierbas aromáticas, arbustos y balsámicos de mentol; fondo de té negro y ceniza.
Ligero, con paso liviano pero con un tanino que aunque en un principio está muy subrayado, se suaviza con oxigenación en copa. Tiene buena acidez y complejidad, es envolvente y elegante.
Valoración global y recomendación de consumo:
El Vidueños de Sedella 2021 es un vino que proviniendo de una zona poco conocida nos sorprende con su atractiva y diferente personalidad. Fácil de beber y claramente gastronómico, evoluciona bien con la oxigenación ganando en complejidad. A pesar de su mediterraneidad, sus cepas viejas en altura nos llevan hacia un perfil atlántico y nos deja con curiosidad por su evolución.
La frescura de este vino que contrasta con su marcada personalidad invitan a emparejarlo con una gran diversidad de opciones. Su frescura de altura acompañará a carnes blancas, de granja, y rojas no maduradas. Estará delicioso también con embutidos y quesos semi-curados y curados, pero no olvidemos que su estructura tánica lo convierte en perfecta pareja de asados: cabrito, lechón y cordero lechal.
© Mara Funes Rivas – Noviembre 2023
VinObjetivo 
Un comentario en “Laderas de Sedella 2020: sorprendente y personal”