Crónica de una mini-vertical cruzada que demuestra una visión a largo plazo
- Introducción
- San Salvador: vino de paraje
- El paraje de San Salvador
- Mini-vertical cruzada del vino San Salvador de Bodega del Abad
Introducción
La elaboración del vino se puede mirar desde varias ópticas. Una podría ser la de la uniformidad: vinos creados para un público objetivo fijo que no quiere cambios, quiere su vino igual domingo tras domingo, mes tras mes, año tras año.
Conseguir llevar a término este objetivo significa que hay que controlar mucho la viña y tratar de corregir lo que brinda la naturaleza para conseguir que el fruto obtenido en la vendimia sea homogéneo, porque además, en muchas ocasiones la uva no procede de la misma parcela, ni siquiera del mismo paraje.
Lograr este cometido en numerosas ocasiones significa tener que realizar tratamientos con aditivos que si bien no son en absoluto perjudiciales para el consumo, sí tienen la pega de maquillar las uvas para llegar a la meta de la uniformidad.
¿Y qué ocurre si no se consigue esta homogeneidad a pesar del control llevado a cabo en el campo? Pues que entonces es en bodega donde se tiene que jugar con diferentes intervenciones, adición de levaduras y de componentes químicos hasta obtener el producto buscado.
Esta larga introducción viene a cuenta de que en VinObjetivo pensamos que igual que cada consumidor es potencialmente un mundo, por lo tanto cada vino debería serlo también.

San Salvador: vino de paraje
Por otro lado tenemos los vinos que nacen de un paraje o una parcela en concreto. Vinos que se han creado precisamente para que reflejen la realidad de ese origen, por lo que sus elaboradores no temen que la naturaleza se comporte de manera diferente cada año. Observan la viña y la tratan únicamente si han de defenderla de enfermedades o accidentes climatológicos.
Consecuentemente, los vinos que se gestan en estas ubicaciones son vinos que pertenecen a su paraje y a las condiciones climáticas que rodearon su gestación. Las manos que los crean son respetuosas con las características cambiantes de sus uvas y tratan que cada año, sean embajadores de su variedad y de su origen.
De ahí que en Bodega del Abad la manipulación sea la mínima, sus elaboradores la mayor parte del tiempo tan sólo observan.
Estos vinos se enfrentan al escrutinio público añada tras añada, no lo temen, y el consumidor ha aprendido a valorar su personalidad dinámica.

El paraje de San Salvador
San Salvador es un vino que procede de un paraje privilegiado con el que comparte el mismo nombre, situado en las inmediaciones de Valtuille de Arriba (El Bierzo) a una altitud de 650 metros sobre el nivel del mar.
La edad media de las viñas de Godello con las que se elabora es de 80 años y sus raíces se alimentan de suelos pedregosos con presencia de pizarras, cuarcitas y otros minerales.
El vino que sale de estas viñas no sólo pertenece a su añada sino que por las condiciones que rodean su nacimiento y el tratamiento que recibe en bodega, tiene una clara vocación de guarda.

Mini-vertical cruzada del vino San Salvador de Bodegas del Abad
Para demostraros todo lo que os hemos venido contando hasta aquí, hemos enfrentado al vino San Salvador a sí mismo de dos maneras diferentes:
- 👉🏼 Dos añadas diferentes frente a frente en la misma sesión: comprobamos el efecto añada
- 👉🏼 La misma añada catada con tiempo de diferencia para descubrir su evolución
Añada 2018 versus Añada 2020: comprobamos el efecto añada
Catados juntos en la cata a ciegas de octubre 2024:
San Salvador 2018
Largo, potente, muy elegante y con carácter internacional
No da síntomas de evolución cromática ni de cansancio, manteniendo flores y fruta. Compone un cuadro aromático complejo y equilibrado, elegante y sutil, muy fragante.
La boca es larga y potente, con cierta rotundidad que marca añada. Sabor ahumado tierra húmeda, café verde y un punto licoroso que lo hacen muy sabroso
San Salvador 2020
Sugerente desde el inicio, soberbia evolución
Nariz de flores blancas muy vivas, arropadas por tiernos balsámicos de briznas verdes. El suelo aflora con piedra caliza, tiza y elegantes notas de hidrocarburos.
En boca es amplio, con volumen. Destacan las notas herbáceas y especias picantes, la panadería y la fruta blanca, sobre sutiles pinceladas salinas. A subrayar su jugosa acidez que levanta el conjunto y lo hace vibrar.
Conclusión
Los catadores encontraron las similitudes que aporta el paraje en las notas florales de la nariz y en la amplitud en boca.
El efecto añada se hizo evidente en el carácter más herbáceo y mineral de la añada 2020 frente a una personalidad más concentrada y potente de la añada 2018.
Evolución de la añada 2020 con once meses de diferencia
22 de diciembre 2023
Limpio y preciso, desnudo de artificios
Exhibe un conjunto aromático delicado y a la vez expresivo, que te traslada una sensación de finura.
La boca es expansiva, con una soberbia, fresca y salina acidez. Muy palatable, tiene amplitud y largura.
Un vino en el que convergen la amabilidad, la buena definición y un contenido delicado.
26 de octubre de 2024
Sugerente desde el inicio, soberbia evolución
Profundiza en mineralidad con elegantes notas de hidrocarburos, asoma la cera, la aceituna verde y cierra con chispas de comino. Una nariz diferente, muy personal.
Boca sugerente desde el inicio, con una estructura polivalente y un gran potencial gastronómico. Algunos catadores pensaron que podría ser un tinto vinificado como blanco
Conclusión
La primera vez que lo catamos destacó su expresividad, su limpieza y palatabilidad; once meses después ha evolucionado hacia una mayor mineralidad que subraya su elegancia.
La boca mantiene estructura y amplitud pero además, el tiempo en botella le ha conferido un carácter más polivalente que lo convierte en un instrumento de maridaje soberbio. Apunta a una evolución a futuro muy atractiva, estaremos pendientes.
Evolución de la añada 2018 con 23 meses de diferencia
20 de diciembre 2022
Una falsa facilidad desvela finura y armoniosa complejidad
Despliega un cuadro aromático complejo y equilibrado, elegante y sutil, muy fragante.
La boca es fresca y frutal, con sensaciones florales y ligereza de paso, que según va haciendo camino, despliega estructura y persistencia equilibrada con una gran acidez.
10 de octubre de 2024
Largo, potente, muy elegante y con carácter internacional
Visualmente no muestra signos de evolución o cansancio.
Nariz poliédrica que avanza en profundidad y matices según va adquiriendo oxigenación.
Entra en boca amplio sin resultar pesado gracias a la afilada acidez que mantiene.
Conclusión
6 años después de su vendimia, la añada 2018 no da muestra de agotamiento, es más su equilibrada acidez y personalidad frutal auguran proyección a futuro en los próximos años.
Durante estos dos años la nariz ha adquirido una personalidad más marcada, y la boca, cierta rotundidad que marca añada. A destacar su parecido con grandes blancos europeos de su misma edad procedentes de Borgoña, Alsacia o Mosela.
©Mara Funes Rivas
