Marcial Dorado y Oscar Cidanes iniciaron camino juntos en 2015 después de que sus destinos se vieran cruzados cuando el primero elaboraba los inolvidables alvarinhos dorados y el segundo destacaba como el mejor sumiller de Galicia y defendía el vino a diario en su restaurante de Vigo.
Los dos primeros vinos que se gestaron en el proyecto que denominaron Destinos Cruzados en homenaje a su encuentro y que se ubica en el Condado do Tea dentro de la D.O. Rías Baixas, fueron un blanco y un tinto. El blanco Pousada es el protagonista de la evaluación cruzada que os traemos hoy. Un vino elaborado con un 75 % Albariño y un 25% Treixadura partiendo de cepas viejas de más de 100 años que se alternan con cepas en una mayor proporción que rondan los 50 años y otras más jóvenes plantadas hace 25 años.
El Pousada es uno de los vinos blancos más sorprendentes, elegantes, estructurados y gastronómicos con los que nos hemos encontrados a lo largo de nuestros casi 7 años de recorrido.
Un vino que trasciende etiquetas y encasillamientos, un vino que se niega a permanecer quieto y que en el caso de la añada 2020, tiene todavía mucha guerra que dar:
Pousada 2020

Catado en noviembre 2022
Su extraordinaria acidez augura una prometedora evolución en botella
Tiene una nariz extraordinariamente limpia, elegante, larga y profunda.
Es salino y sabroso, tiene muy buena estructura en armonía con unos cítricos que ganan presencia y dan nervio y tensión.
La nariz es realmente bonita pero sorprende su transición a boca, mucho más intensa.
Catado en junio 2024
19 meses después: explosivo en inicio va mostrando diversas caras, todas sobresalientes
En nariz despliega fragantes flores blancas, intensidad frutal, y la frescura que trae la citronela.
Aflora mucha salinidad y suelo, el punto dulce del anís y recuerdos de regaliz: una nariz exuberante y profunda.
La boca es amplia, salina y sápida, con final amargo y una alta acidez que te hace salivar.
Conclusión:
Nuestra valoración, obtenida tras la cata a ciegas de la misma añada, en dos sesiones independientes con 19 meses de diferencia, es que la 2020 del vino Pousada es una añada sencillamente magnífica, con un potencial gastronómico inmenso, dada su natural capacidad para adaptarse y realzar tanto lo sencillo como lo complejo
En ambas sesiones destacó su singularidad olfativa, desplegando gran belleza, complejidad y elegancia.
La boca es intensa pero no cansa, con una marcada mineralidad siempre en equilibrio con una soberbia y equilibrada acidez.
Un vino que invita a jugar con él como no lo harías con un blanco habitual: emparéjalo con carnes blancas y rojas, permítele que realce platos de caza menor y aves en general, disfrútalo con todo tipo de quesos y experimenta su versatilidad con todo tipo de ensaladas, cremas, arroces y pastas.
© Mara Funes Rivas – Enero 2025

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