
- Bodega: Bodega Virgen de la Sierra
- Origen: Villaroya de la Sierra – D.O. Calatayud
- Variedades: 98% Garnacha de viñas viejas y un 2% de provechón (bobal) y monastrell
- Elaboración: Se vendimia a finales de septiembre, primeros de octubre. Al ser un conjunto de parcelas se elabora, en depósitos de acero inoxidable, en barricas abiertas y en huevos. Tras una maceración en frio de aproximadamente 7 días el vino fermenta de forma natural con sus levaduras autóctonas
- Crianza: Una vez fermentado y prensado realiza la fermentación maloláctica en las mismas barricas de 3 años donde hace la fermentación alcohólica. Posteriormente el vino permanece 12 meses sobre lías, una parte en barrica y otra en huevos
- Graduación: 14,5%
- Fecha de cata a ciegas: 1 de abril de 2025
Información de interés: Paraje a la salida del pueblo hacia la Sierra de la Virgen, de maduración temprana a 800 m. de altitud con suelo arcilloso. Vino de producción limitada a 4.216 botellas que ha obtenido el reconocimiento de Ferrán Centelles (ex sumiller del restaurante El Bulli, mejor Sommelier de España, y Premio Nacional de Gastronomía) quien le ha otorgado una puntuación de 18/20.
Apreciación: Etiqueta sencilla pero cargada de fuerza con la combinación de un amarillo anaranjado intenso y el negro, llama la atención.
El vino tiene color rojo granate con reflejos rubí y capa media-baja..
Los primeros aromas son muy frutales, en primer lugar fruta roja: cerezas (tanto frescas como en licor), seguidas por los arándanos azules y las moras negras. El azul nos envuelve de nuevo con la fragancia floral de la lavanda y el monte bajo nos trae a la tierra con el laurel y el tomillo sobre fondo cítrico.
La tierra mojada y los recuerdos a turba y humos, profundizan hacia una mineralidad muy fina de alquitrán y piedra negra; pimientas y toques añejados aportan aún más matices sin perder de vista a la fruta, que en lugar de evolucionar hacia la sobre maduración, lo hace hacia la deshidratación, dotando al conjunto de mayor complejidad y elegancia.
En boca tiene una entrada amplia en la que se combinan la fruta madura (sin llegar a la compota) y las notas terrosas; en cuanto al volumen, tiene un inicio fino que crece rápidamente. El tanino está muy pulido, y el alcohol perfectamente trabajado y entramado. Con oxigenación afloran sabores a licor de marrasquino y notas lácteas, muy sabroso.
Es un vino franco, con el brío de una buena acidez, la suavidad del terciopelo y la chispa de las especias. Toques amargos lo alargan hasta llegar a un final gratamente cítrico.
Valoración global y recomendación de consumo:
El Albada Paraje La Cañadilla 2022 es un vino persistente, complejo y al mismo tiempo muy disfrutable gracias a su naturaleza franca y vibrante, muy elegante.
El primer y más obvio maridaje es con carnes rojas, tanto jóvenes como maduradas, a la brasa o plancha, pero nos parece también muy apropiado emparejarlo con guisos de legumbres cocinados a fuego lento, asados y que no se nos olvide, quesos curados y semi-curados.
©Mara Funes Rivas – Abril 2025
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