- Bodega: Malandrín Wines
- Origen: Arribes del Duero (Zamora)
- Variedad/es: 70% Juan García y 30% Tempranillo
- Elaboración y crianza: Tras la vinificación, el vino realiza una crianza de 12 meses en barricas usadas, 50% roble americano y 50% francés
- Graduación: 14,7%
- Fecha de cata: Cata a ciegas llevada a cabo el 25 de noviembre de 2025
Información de interés: Segunda añada que catamos del vino creado por Roberto Martínez Ramos en el año 2018. Ha sido elaborado en su mayoría con uvas de la variedad Juan García, autóctona de la parte zamorana de Arribes del Duero, una región de dilatada tradición vinícola, con cepas en vaso que han sobrevivido a plagas y a todo tipo de accidentes meteorológicos. Junto a estas viñas crecía un tipo de árbol que en el pueblo de Roberto lo llaman Jilbo
Apreciación: El diseño de la etiqueta juega con los motivos geométricos con los que Roberto ya ha experimentado en otros vinos; en esta ocasión los combina con el color verde y el color cereza, consiguiendo transmitir un mensaje de fruta y frescura.
El vino tiene color rojo picota con tonalidad rubí que muestra su incipiente evolución, y reflejos que subrayan la juventud no perdida todavía.
Se abre tímido en nariz pero crece en intensidad gradualmente, expresando complejidad desde el inicio con notas de ñoras y pimiento rojo asado, bien tramadas con las cerezas maduras y golosas, y las moras en compota. A este inicio primario y directo se añaden la sana humedad de los hongos, el regaliz negro, la hierba de monte amarga y sutiles apuntes de medicamento.
Con aireación, los aromas secundarios y terciarios se entrelazan en forma de cueros viejos, pimienta negra recién molida y nuez moscada; bourbon, laurel y pétalos secos, almendras tostadas y piedra oscura. Una nariz inquietante, perfumada y cambiante.
En boca la fruta roja se despliega vibrante, equilibrada por unos ligeros tostados y un tanino alto y protagonista, cremoso, dulce y sedoso.
Tiene volumen, tacto envolvente y recuerdos minerales de pizarra en postgusto.
Valoración global y recomendación de consumo
El Jilbo 2022 es un vino con ligereza, frescura y complejidad en boca y más estructura de la que aparenta, Un vino que llena la boca pero al que su acidez sana y chispeante, dota de brío y chispa. Destacamos su complejidad, largura y persistencia, y recomendamos su oxigenación.
Tiene una gran capacidad de adaptación gastronómica, que subraya las virtudes de verduras y legumbres, acompaña a pescados azules como el atún, el pez espada, las sardinas y la caballa, y eleva las carnes rojas, sobre todo a la parrilla y a la plancha.
©Mara Funes Rivas – Diciembre 2025
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