Porque vinos como este Edra Blanco Luz 2019, por su carácter floral y frutal en combinación con notas más complejas de suelo y un cuerpo cremoso de tacto untuoso, nos van a dar un juego fantástico en la mesa, siendo el acompañante perfecto de entrantes, sopas, cremas, ensaladas templadas, pescados al horno o a la brasa y carnes blancas.