Vidueños de Sedella 2017: una aproximación singular al vino blanco de guarda

Información de interés

El vino proviene del paraje «Las Viñuelas de Sedella» plantado en pie bajo sin orden en 1940. El suelo es de pizarra laminada de orografía tipo desfiladero con esquistos grises muy erosionados y bajo contenido orgánico. Extremadamente suelto y rocoso, el agua se infiltra rápidamente desde la superficie por lo que los viñedos se ven obligados a desarrollar raíces muy profundas para alcanzar las fuentes de humedad.

Ficha técnica

  • Bodega: Sedella
  • D.O./Origen:  Axarquía (Málaga)
  • Variedades: Las variedades autóctonas Moscatel de Alejandría, Doradilla, Montúa, Calona y cepas sueltas de otras variedades blancas locales
  • Viticultura: Practican una viticultura tradicional de mínima intervención utilizando técnicas ancestrales de cultivo, arado romano tirado por bestia y manual en las zonas con mayores pendientes. Cultivo ecológico certificado. Vendimia manual con bajos rendimientos
  • Elaboración y crianza: Selección manual de uva, despalillado y maceración en pequeño tanque de acero inoxidable. Fermentación con sus levaduras autóctonas y con 1/3 de las pieles durante 24 días. Trasiego con todas sus lías y pieles a ánfora huevo de cemento y barrica usada de roble francés Tronçais. Crianza de 8 meses sobre lías. Sin filtrar ni clarificar
  • Graduación: 13%
  • Precio aproximado: 19€
  • Fecha de cata: 04/12/2018 – Catado en la modalidad Cata A Ciegas Panel de Expertos

Apreciación:

La etiqueta transmite el mensaje del paisaje del que proviene, la sierra, las montañas, el terruño, el clima…

Visualmente el vino tiene color amarillo dorado intenso con reflejos dorados. Limpio y brillante

En nariz destaca la fruta blanca ligeramente oxidada, aires balsámicos de alta montaña y herbáceos de monte bajo. Golosina de caramelo y miel, contrastada con la sequedad de las flores marchitas.

Aparece la fruta cítrica (limón y flor de azahar) acompañada de la fruta de hueso (albaricoques y melocotón). Pero estas nuevas notas dulces se ven equilibradas por pinceladas yodadas y salinas que acompañan a la elegancia ahumada del incienso.

Es un vino que con sus aromas te traslada a su lugar de origen, con sus arbustos, su salinidad y su intensa fruta.

Muy complejo, elegante y largo aromáticamente, limpio, armónico y equilibrado.

En boca tiene un tacto finísimo, muy sedoso y aterciopelado pero al mismo tiempo con mucha personalidad y carácter.

Es estructurado y complejo, muy largo, sabroso y potente pero manteniendo la delicadeza floral de la nariz y su frutosidad.

Valoración global y recomendación de consumo

Su armonía y elegancia junto con su equilibrada acidez nos indica que estamos ante un vino blanco que está dando sus primeros pasos de vida.

Es un vino que deja una sensación sensorial distinta, muy agradable y que por sus especiales características es un vino que pide un maridaje igualmente estructurado: quesos de maduración media o alta, pescados azules a la brasa o asados, carnes blancas de ave y cerdo, caza menor y platos de cuchara

©Mara Funes Rivas – Diciembre 2018

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