- Bodega: Malandrín Wines
- Origen: V.T. Zamora
- Variedad/es: 100% Tempranillo
- Elaboración y crianza: Fermentado parcialmente en tinaja de barro; después de la fermentación ha dormido durante 24 meses en barricas de roble americano, francés y centroeuropeo
- Graduación: 16%
- Fecha de cata: Cata a ciegas llevada a cabo el 24/10/2023
Información de interés: Para este vino se dedican únicamente las más finas uvas de tempranillo y las mejores barricas de la bodega. Las uvas proceden de una viña de más de 80 años en suelo aluvial arcillo-calcáreo y cantos rodados, a 950 metros de altitud. Es un vino que expresa muy bien la evolución de la bodega, en el que todo el potencial de la uva y de la zona se muestran sin artificios.
Apreciación: El diseño de la etiqueta ha cambiado totalmente, reflejando la personalidad del elaborador; habrá a quién le guste y a quién no, pero sin duda, es diferente.
El vino tiene color rojo rubí con reflejos violáceos y ribete sanguino.
En nariz destacan diferentes tipos de fruta: roja y negra y silvestre, todas en sazón; le siguen toques de especias, ahumados, laurel, regaliz y corteza de pino.
Notas golosas lácteas de la barrica se combinan con los cereales, recuerdos a farmacia, almizcle, punta de rotulador y pintura; les acompañan los frutos secos y tostados medidos, cacao en polvo, chocolate negro rallado y trufa. Complejidad aromática, muy fragante.
En boca entra discreto pero a su paso se abre con músculo y expresa barrica con mucho peso de fruta, fruta roja madura. Es goloso, con sabor a regaliz, tabaco mentolado y toques grasos lácteos que le aportan un tacto aterciopelado y sensación carnosa.
Es amplio, concentrado, con buenos taninos y alta acidez que levanta con nervio su estructura. Es sabroso, persistente y masticable, con final largo y mineral. Una boca en la que se ve reflejada la nariz.
Valoración global y recomendación de consumo
El Malandrín Superior 2019 es un vino redondo en boca, con raza, perfil poderoso y gran potencial de evolución. Un tempranillo castellano-leonés clásico, que huye de la ligereza que tanto se busca ahora para reflejar la austeridad de una tierra. Una sorpresa de vino al que le conviene una ligera decantación.
La gastronomía castellana le va como anillo al dedo a este vino: guisos, estofados, morcillas y chorizos, legumbres y chuletillas, pero cuando realmente va a brillar será potenciando los aromas y sabores de asados: roast beef, cochinillo, cordero lechal, ternasco … Abrigará en los fríos de Año Nuevo.
© Mara Funes Rivas – Diciembre 2023
VinObjetivo 
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