Doña Leo 2022: chispeante, aromático y varietal, con elegante intensidad

  • Bodega: Altolandon
  • D.O./Origen: Landete (Cuenca) – D.O. Manchuela
  • Variedad/es: 100% Moscatel de grano menudo
  • Elaboración: Fermentación completa en depósitos de acero inoxidable
  • Crianza: Casi un año de crianza junto a sus lías en el mismo depósito de fermentación con remontados semanales
  • Fecha de cata a ciegas: 27 de mayo de 2024

Información de interés: Este vino se elabora a partir de cepas muy viejas recuperadas de moscatel de grano menudo, con edades entre los 60 y los 100 años. Crecen a 1100 metros sobre el nivel del mar del cual se encuentran a tan sólo 60 km.

Apreciación: La etiqueta es un homenaje al trabajo de las vendimiadoras en Requena, localidad de la que son naturales Rosalía y Manolo, pues reproduce el bordado del refajo que estas mujeres llevaban al ir a vendimiar. Este modelo concreto se inspiró en el que le bordó a Rosalía su abuela y que también ha llevado su hija.

El vino tiene color amarillo limón maduro, con reflejos dorados.

En nariz inmediatamente despliega flores blancas: jazmín y azahar, y fruta blanca también: uva de mesa, pera; los cítricos de limón se abren paso acompañados de notas vegetales de pino, hinojo y otras hierbas aromáticas.

El trabajo del oxígeno hace aflorar la piel de avellana, recuerdos de muebles nuevos y mimbre. Los frutos secos asoman en contraste con la dulzura contenida de la miel y la sobriedad de la planta de tabaco sobre fondo mineral. Una nariz chispeante, aromática y varietal, con elegante intensidad.

Las flores y la fruta blanca también son protagonistas en la boca para seguidamente dar paso a sensaciones salinas y de piedra caliza, con mucha presencia del terreno, y sin embargo el postgusto es dulce.

Tiene amplitud, complejidad, persistencia media y una acidez muy chula.

Valoración global y recomendación de consumo: 

Doña Leo 2022 es un vino elaborado con una uva moscatel fresquísima, innegablemente floral pero con una sobriedad que sorprende por su sapidez y le aporta una indudable vocación gastronómica.

Estas características le permiten acompañar platos de sublime sencillez como pescado, marisco y verduras frescas, pero es quizá con la cocina de vanguardia, en la que los detalles se convierten en protagonistas y los juegos de sabores y texturas se ven realzados, donde este vino que aúna frescura, alegría y complejidad, podrá desplegar todo su potencial.

También lo recomendamos con todo el espectro de la cocina asiática, la indo-pakistaní, y la peruana y colombiana.

©Mara Funes Rivas – Julio 2024


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