Los recuerdos de infancia de Elva García se enredan con los brazos de las cepas que sus padres cuidaron durante toda su vida y que supusieron el sustento de su familia:
Mis recuerdos son controvertidos. Por un lado recuerdo que no me gustaba ir a la viña a trabajar, mi padre era muy exigente y yo entonces no lo entendía.
A medida que fui creciendo y, sobre todo desde que empecé a tener un mayor contacto con el vino como consumidora (de joven no bebía vino) empecé a entender lo que hacían mis padres. Lo importante que es cuidar la viña.

Elva García, de Madrid al Bierzo, de empleada pública de alto nivel a fundar una bodega
Mi carrera profesional no tiene nada que ver con el vino. Soy economista de y trabajo en el Sector Público. Fui a estudiar a Madrid y allí me quedé.
Cuéntame la historia de tu padre, Elva ¿Se dedicó únicamente a las viñas?
Mi padre fue un viticultor a tiempo completo. La viña fue la fuente principal de ingresos de la familia.
La mayoría de las viñas venían de los abuelos y bisabuelos. Mis padres siguieron comprando y plantando viñas. A su manera fueron permutando parcelas con familiares y vecinos, haciendo su particular guerra a los minifundios de la zona.
¿Y llegó a elaborar vino?
Mi padre cuidaba la viña con total dedicación y sabía mucho de viticultura pero su verdadera pasión era el vino.
Elaboraba graneles muy buenos y muy conocidos, de hecho hacía un clarete buenísimo, de lo mejor que se hacía en la zona.
Tenía clientes muy exigentes, gente de alto poder adquisitivo que tenían vinos de alta gama en sus casas pero que como vino de diario preferían el clarete de Aníbal.
Mi padre siguió trabajando la viña toda su vida pero dejó de elaborar para la venta en 1986 haciendo únicamente clarete para consumo propio. Con la entrada de España en el Mercado Común Europeo cambió toda la normativa y él ya no quiso seguir.
Las viñas se siguieron cuidando con obreros supervisados por él y por mi hermana y su marido. Se vendían las uvas a bodegas de la zona.

La poderosa nostalgia germina una semilla en el interior de Elva
La bodega se constituye legalmente en enero de 2016, si bien la decisión de crearla es anterior, en concreto en junio de 2013:
Es una idea que llevaba tiempo rondando mi cabeza: …la nostalgia de una infancia entre viñas, el homenaje a mis padres, particularmente a mi padre que tanto cuidó y mimó las viñas, unido al deseo de conservar un patrimonio único de vides centenarias que han pertenecido a la familia por generaciones.
Hubo dos momento decisivos que me impulsaron a ello: el fallecimiento de mi padre en 2010 y conocer a Pepe Hidalgo, enólogo de reconocido prestigio así como divulgador experto, profesor de Enotecnia en la Escuela de la Vid y del Vino de Madrid.
Y elaboraron juntos su primer vino aquel primer año fundacional de la bodega:
Aníbal de Otero 2013 salió al mercado en 2017. 3154 botellas numeradas.
Tuvo muy buena acogida. Lo llevaron a Bangkok, Seúl, Ginebra… y entró en algunos de los mejores restaurantes, entre ellos L’Atelier de Joel Robouchon de Bangkok.
Pero el vino se hace en la viña así que volvamos a donde todo empezó…
Un paseo por algunas de las viñas más viejas de El Bierzo
Pero primero un poco de historia para colocarnos en el contexto temporal de una de las comarcas vitivinícolas de mayor prestigio en la actualidad con una proyección a futuro imparable
Una tierra de cascajos y pizarra, protegida del frío y de la helada por los cercanos montes de la Cabrera. Las Médulas al fondo, los Ancares y el milenario Castro Bergidum, forman el incomparable paraje en el que crecen sus cepas, algunas cultivadas ya por el bisabuelo de Elva:
Nuestro tesoro es la viña de cepas centenarias, ésas que se fueron abandonando poco a poco por la dificultad de mecanizar su cultivo o simplemente se sustituyeron por otras de mayor producción.
Pequeño recorrido histórico por El Bierzo vitivinícola
Cuéntame la tradición vitivinícola de la zona donde estáis y la de vuestra familia en particular:
El cultivo de la vid en el Bierzo es muy antiguo. Plinio el Viejo en su libro IV del tratado de la naturaleza ya hablaba de que los romanos cultivaban la vid en los valles del Río Sil.
Siglos más tarde fueron los monjes en los monasterios repartidos por todo el Bierzo. El vino formaba parte de su sustento y era imprescindible para las celebraciones religiosas.
Y llegó la filoxera… Desde entonces hasta el siglo XXI
La filoxera que llegó tarde al Bierzo, acabó con muchas viñas que fueron abandonadas porque sus dueños emigraron a las ciudades o al extranjero.
No fue hasta el último cuarto del siglo pasado cuando surgieron bodegueros de nuevo cuño. Bien formados, algunos muy vinculados a la zona (Raúl Pérez es un buen ejemplo) y otros que vinieron de fuera (Álvaro Palacios, Martin Códax, Emilio Moro, Mariano García, etc.) los que han llevado a los vinos del Bierzo al alto lugar que ocupa en la actualidad.

En Bodega y Viñedos Hija de Aníbal, querermos llegar ahí: A LO MÁS ALTO. Para eso trabajamos con los mejores profesionales y con las mejores viñas.
Háblame de vuestras viñas, de su entorno, de sus suelos, de su clima…
Los suelos son una mezcla de pizarra, arcilla y cascajos, muy buenos para el cultivo de la vid, y disfrutan de un clima mezcla atlántico/mediterráneo. Las viñas están plantadas en altura con orientación sur, con el Valle del Sil a los pies.
De todas ellas, nuestra joya es la del Paraje de los Fornos, donde se origina nuestro mejor vino.
Aquí estamos recuperando cerca de 1 hectárea (más de 15 parcelas) que llevaba varios años abandonada. Este año hemos recogido algunos kilos. Ya luce bonita.
Nuestras viñas -todas ellas muy viejas, algunas probablemente prefiloxéricas -están situadas en los mejores parajes del Bierzo. Son todas en vaso, y tienen una producción muy pequeña, de medio kilo por cepa. Su cultivo es artesanal y tan sólo reciben productos naturales.
La mayoría son heredadas si bien en Fornos hemos ido comprando o permutando, mayoritarimente a la familia, viñas que por su escasa producción no les interesaba mucho. Así hemos reunido en ese paraje único casi 4 hectáreas, eso sí, en más de 30 parcelas.
Se acerca la hora de la vendimia, de hacer el vino
Aníbal de Otero utiliza en su elaboración únicamente uva mencía procedente de cepas viejas…
Tenemos un director técnico que es quien controla todos los trabajos de la viña y que está en contacto permanente con Pepe Hidalgo. Ellos eligen el momento de la vendimia controlando la maduración de la uva en cada parcela.
La vendimia se realiza de forma manual en cajas pequeñas de 20 kilos cuando la maduración alcanza su punto óptimo.
¿Qué protocolo de elaboración seguís en bodega?
El mosto fermenta en pequeños depósitos de acero inoxidable para luego, ya convertido en vino joven, madurar en barricas del mejor roble francés, todo ello controlado cuidadosamente por nuestro enólogo José Hidalgo.
La elaboración del vino es tradicional con la mínima intervención. Este año nos hemos independizado, tenemos bodega propia y hemos invertido en depósitos de primerísima calidad.

Tras ese primer vino 2013 ¿cómo proseguisteis?
Sólo elaboramos dos vinos.
En 2014 elaboramos 4.000 botellas del mismo tipo de vino con 18 meses de envejecimiento en barrica de roble francés: Aníbal de Otero Viña Centenaria 2014, actualmente en el mercado.
En 2015 y en respuesta a la petición de algunos clientes, elaboramos un vino con menos crianza, 6 meses en barrica de roble francés semi-nueva: Aníbal de Otero Viña Vieja
Tuvo muy buena acogida: 1 medalla Bacchus y buenas puntuaciones en la critica especializada.

Mirando al futuro con ilusión y esperanza
El Bierzo en la actualidad está viviendo un momento muy dulce ¿Cómo valoras el camino recorrido?
Creo que en los últimos años se están haciendo vinos muy buenos en El Bierzo, se cuida mucho la viña y eso se traduce en la calidad del vino.
El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Bierzo ha hecho un excelente trabajo que se ha materializado en ser la primera D.O. de España en aprobar la zonificación.
Esto va a colocar a los vinos del Bierzo en los más alto, como son los 100 puntos obtenidos por La Faraona de Álvaro y Ricardo P. Palacios
¿En qué momento os encontráis?
Nosotros tenemos mucha ilusión a pesar de las circunstancias tan adversas que estamos viviendo. Como te decía antes, en esta vendimia nos hemos hecho mayores poniendo en marcha nuestra propia bodega, el tiempo dirá si hemos acertado…
Pues a nosotros no nos cabe la menor duda de que el proyecto de Elva García en homenaje a su padre Aníbal de Otero, está yendo en la única dirección en la que puede ir ¡hacia arriba! Y nosotros le seguiremos la pista para contároslo aquí, en VinObjetivo
© Mara Funes Rivas – Noviembre 2020
Exelente vino y buen sabor en boca.se disfruta. Un trabajo muy artesanal desde sepa en tierra hasta la botella en la mesa.
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