
- Bodega: Son de Arrieiro
- Origen: Valle de Arnoia – D.O. Ribeiro
- Variedad/es: Treixadura, lado y loureiro
- Elaboración: Las tres variedades se vinifican por separado y se ensamblan según sus características. Maceración pelicular en prensa durante 4 horas aproximadamente y luego pasan a depósitos de acero inoxidable donde fermentan con temperatura controlada
- Crianza: Permanece en depósito junto a sus lías de 4 a 5 meses
- Graduación: 13º
- Fecha de cata: Cata a ciegas llevada a cabo el 09/06/2021
Información de interés: La uva con la que se elabora este vino pasa por dos procesos de selección, el primero en viña y el segundo en mesa al llegar a bodega. La fruta se enfría en cámara y siempre de noche para amortiguar el cambio térmico
Apreciación: Xulia Bande mantiene el diseño de la etiqueta en el que muestra al arriero que es el símbolo de la bodega y abuelo de Xulia, uno de aquellos que distribuían el vino de Ribeiro por toda España en la época en la que no había camiones y el vino de Ribeiro era demandado y reconocido tanto nacional como internacionalmente.
El vino tiene un color amarillo pajizo, con ribete acerado y reminiscencias verdosas, muy limpio y brillante.
Nariz muy aromática y fragante, se abre con pétalos de flores blancas y mucha fruta: amarilla, de hueso, blanca y cítricos. Acompañan toques lácteos y una cierta calidez -muy típica de esta zona- que no obstante se ve perfectamente compensada con las notas herbáceas del peregil y la hierbabuena, el heno y la turba blanca.
Las flores se convierten en polen y su infusión, rodeando todo el conjunto una mineralidad salina muy elegante.
En boca tiene una entrada amable, con tacto untuoso y manteniendo el perfil cálido, pero se bebe con mucha facilidad gracias a su acidez cítrica, muy bien integrada.
Sabor a fruta fresca y frutos secos, con final seco, agradables toques amargosos y buena estructura. Muy sabroso, una boca muy bien conseguida.
Valoración global y recomendación de consumo
Son de Arrieiro Blanco 2019 es un vino redondo, bien equilibrado y muy fácil de beber. Expresivo y muy refrescante, honesto, directo y disfrutable ¿Se le puede pedir más?
Por todo lo anteriormente mencionado es innegable que tiene un perfil marcadamente gastronómico pero va a estar igual de rico tomándolo sin acompañarlo de comida. No obstante, y dadas su perfil aromático y su versatilidad en boca, es un vino todo terreno que realzará entrantes, entremeses, cremas, sopas, pescado, marisco, ensaladas, verduras, carnes blancas, cocina picante y cocina asiática.
Un vino que no puede faltar en un restaurante ni en tu nevera.
©Mara Funes Rivas – Julio 2021