
- Bodega: Compañía Bodeguera Valenciso
- D.O./Origen: Rioja D.O. Ca.
- Variedad/es: 100% Tempranillo vendimiado a mano
- Elaboración: Fermentación en depósito de cemento, que favorece la extracción suave en fermentación y maceración. Realizó la fermentación maloláctica espontánea en el mismo material
- Crianza: Reposó en barricas de roble francés durante 19 meses. Fue sedimentado y estabilizado de forma natural durante 12 meses en cemento, antes de ser embotellado
- Graduación: 14,5º
- Fecha de cata: 1 de abril de 2020
Información de interés: Esta bodega de la Rioja Alta protagonizó una pequeña revolución en el marco de la Rioja a finales del siglo XX al apostar por vinos de larga crianza (no elaboran ni jóvenes ni media-crianza) y por la vinificación y estabilización del vino post-crianza en depósitos de cemento, lo que sin duda revierte en la singularidad de sus vinos
Apreciación: En esta ocasión no vamos a comentar el diseño de la etiqueta pues no hay diferencias en cuanto a otras añadas catadas previamente.
Donde sí queremos hacer un hincapié especial es en el color del vino, que tras casi 10 años de su vendimia, mantiene reflejos granates entre mezclados con tonalidades rojo rubí. El color se mantiene muy vivo, limpio y brillante.
Un vino como éste precisa de una cata pausada por lo que el acercamiento tanto olfativo como gustativo, se produjo en dos fases.
El primer contacto con la nariz nos traslada a un bosque frondoso con sus aromas a ramas, y hojarasca sobre un suelo oscuro y húmedo. Tímidamente aparecen notas de fruta roja madura, hierbas aromáticas melosas como el eneldo y el hinojo en contrante con las chispas picantes de las pimientas, blanca y negra.
El intercambio con el oxígeno madura la fruta que ahora muestra aromas ligeramente licorosos y aporta la novedad de la fruta negra en forma de moras y arándanos.
Las hierbas aromáticas se intensifican y nos traen las copas de los pinos de montaña y su resina, para bajar de nuevo a una tierra mojada con pizarra y grafito en el subsuelo. Las especias se suavizan y nos traen recuerdos del aromático tabaco rubio.
Un vino que juega en nariz a poco que le quieras dar el espacio y el tiempo para hacerlo.
La entrada en boca es pura seda que sin embargo no renuncia a una personalidad marcada en forma de un tanino poderoso y muy sabroso. La fruta roja vuelve a tomar el mando, sí, gran volumen de fruta roja jugosa y ácida, frambuesas y cerezas crujientes, y mineralidad pizarrosa.
El tiempo de aireación hace que su expresión en boca aumente de manera exponencial, manteniendo frescura y fruta roja, sí, la fruta permanece inalterable pero desarrollando sabores más sápidos, salinos, sabrosos y especiados, como el comino y la mostaza en grano.
Al tacto se muestra amplio, casi sonoro pues al aumentar su volumen y persistencia, produce un efecto de caja de resonancia.
Valoración global y recomendación de consumo: El vino Valenciso Reserva 2010 está en un momento realmente espectacular. Sus casi diez años de vida le están aportando una sabiduría que despliega ante nuestros sentidos en forma de multitud de matices y sensaciones, pero sin jamás, ni por un momento, perder un gramo de fruta.
Si algún profesional de la restauración o consumidor precavido, guarda alguna botella de esta joya, rogamos tomen nota de que a lo largo de los próximos meses va a ser la temporada de abrirlo y que robe corazones con su gran poder de seducción.
©Mara Funes Rivas – Abril 2020
Un comentario en “Valenciso Reserva 2010: Si lo tenías esperando en tu bodega vete limpiándole el polvo…”