Friedrich Schatz se había alimentado durante toda su vida de la tradición vitivinícola familiar de generaciones pero a sus 18 años quería conocer otras tierras, otros climas, otros suelos.
Viajando por Europa, en España se encontró con la Serranía de Ronda y allí se enamoró de una finca, la Finca de la Sanguijuela donde se estableció y fundó su bodega.
El vino que hoy os traemos el un homenaje a esa finca, a esos suelos, a esos aromas, y os va a dejar de piedra su frutosidad, frescura y juventud con ya 8 años de vida: