
- Bodega: Ficaria Vins
- D.O./Origen: Arenys de Lledó (Teruel)
- Variedad: 100% Garnacha Blanca de edades entre los 35 y los 70 años
- Elaboración y crianza: Fermenta en tinaja de barro, donde posteriormente se cría junto a sus lías durante tres meses
- Graduación: 14,5%
- Fecha de cata a ciegas: 7 de septiembre de 2020
Información de interés: Irur significa Tres Cosas en la antigua lengua de los íberos, y Ficaria Vins utiliza este nombre para unir tres conceptos: vino, cerámica y poesía
Apreciación: Lo primero que llama la atención es el nombre IRUR en grafía de la lengua íbera. Atrae y fija la vista por lo que, objetivo conseguido 😊
El vino es de un atractivo color amarillo dorado que tira hacia los tonos más anaranjados.
La nariz anuncia complejidad equilibrando notas dulces de fruta de hueso (albaricoque y melocotón) con aromas minerales ferrosos y toques de fruta blanca (manzana).
Se incorporan a la paleta los frescos balsámicos, la chispa del clavo de especia y una pincelada de miel, que componen un conjunto aromático que seduce de una manera limpia y sutil.
La entrada en boca tiene un tacto cremoso y un sabor interesante entre floral (flores secas) y amargo (avellanas y almendras) con un punto final de acidez.
Sabroso, con buena estructura y persistencia, su fresca acidez invita a servir una y otra copa más.
Valoración global y recomendación de consumo: El vino Irur 2018, es sin duda un vino diferente que busca distanciarse del resto de vinos blancos y que muestra una buena evolución en copa.
Acompañante perfecto para comida asiática e hindú, os lo recomendamos si huís de los vinos blancos al uso y buscáis una complejidad que no esté reñida con el equilibrio.
©Mara Funes Rivas – Septiembre 2020
Un comentario en “Irur 2018: complejidad no reñida con el equilibrio”