
- Bodega: Aníbal de Otero
- Origen: Otero del Toral – D.O. Bierzo
- Variedad/es: 100% Mencía
- Elaboración y crianza: Vino de estilo libre que ha permanecido 6 meses de crianza en barricas semi-nuevas de roble francés y depósitos de acero de 3000 litros. Se embotelló el 12 de julio de 2021 sin tratamiento de clarificación o de estabilización alguno
- Graduación: 15%
- Fecha de cata: Cata a ciegas llevada a cabo el 26 de julio de 2022
Información de interés: Las uvas con las que se elabora este vino proceden de cepas en vaso con una edad media superior a los 90 años. Situadas en los alrededores del pueblo de Otero de Toral, en pendiente y altura a 530 m. de altitud, fueron plantadas y cultivadas ininterrumpidamente por la familia durante más de tres generaciones. El terreno es una mezcla de arcilla y pizarra y cascajos.
Apreciación: El diseño de la etiqueta es sencillo pero enfatiza la idea del origen, del lugar de donde procede, y es sin duda, distintivo de la bodega.
El vino tiene un limpio e intenso color rojo picota con ribete violáceo.
En nariz se muestra muy perfumado y profundo desde el primer acercamiento: flores moradas (lavanda, violeta), frutos silvestres en sazón (moras, cerezas), aromas boscosos y de monte bajo, junto a balsámicos intensos.
La potencia no merma su capacidad de evolución: asoman la hoja de tabaco, variedad pimientas en grano, la tierra mojada y un fondo mineral de arcillas rojas muy elegante. Es sin lugar a dudas un vino muy fragante.
La entrada en boca es suave pero intensa, con un tanino maduro, una acidez afilada y el alcohol bien integrado. El sabor es a fruta roja y negra, madura y golosa, sobre la que se ha esparcido ralladura de chocolate negro.
Valoración global y recomendación de consumo
El Villa de Otero 2019 en formato magnum es un vino redondo, elegante y potente pero con tacto de terciopelo, uno de nuestros catadores lo definió como un puñetazo sutil. Mas donde hubo una unanimidad aplastante fue en la valoración global: sobresaliente, la botella magnum se nos quedó corta.
Es un vino absolutamente perfecto para acompañar carne de todos los colores, desde la roja joven a la más madura, la blanca de cerdo, la caza menor y mayor, y en todas sus preparaciones: plancha, parrilla, asados, guisos, cocidos, cazuelas…
Y quesos muy curados. Recomendamos guardar una copa para el final de la comida, nos permitirá disfrutar de su evolución y podremos percibir toda su complejidad y elegancia sin la distracción gastronómica.
© Mara Funes Rivas – Septiembre 2022