➡️ La palabra Vintopía surge de la fusión entre vino y utopía, es una declaración de intenciones en toda regla. Trazamos caminos alternativos que nos lleven a sitios que no tienen por qué existir
➡️ Nuestras primeras elaboraciones, basadas en tratados de enología y consejos de otros elaboradores de la zona nos revelaron que seguir los cánones establecidos nos alejaba de todo aquello que practicábamos en la viña, de modo que eliminamos los elementos exógenos a la propia uva en los procesos de elaboración y crianza del vino, le quitamos el maquillaje
➡️ Tratamos de aplicar el conocimiento que vamos adquiriendo a cada añada, en cuanto al manejo del suelo, de las variedades y los procesos de bodega. De esta manera nos adaptamos a las particularidades de cada añada
➡️ Echamos la imaginación a volar con cierta frecuencia y siempre probamos a elaborar cosas nuevas. Algunas nos gustan e intentamos mejorarlas y otras simplemente se quedan en el aprendizaje de qué no hay que hacer. Nos gusta enredarnos y hacer que vayan surgiendo vinos
➡️ En otras muchas zonas de España encontramos viñedos de altísima producción (en kilos) y de alto impacto ambiental, que emulan el sistema productivo de La Mancha, sin embargo sus vinos tienen mejor reputación
➡️ Una vez que nos conocen y ven que la elaboración es realmente artesana y tradicional, el cliente queda fascinado
No sólo soñaron ¡convirtieron sus sueños en vino!
El comienzo de la aventura
Nos encontramos con Clemente Ortiz, quien junto a su hermano Enrique funda la bodega Vintopía en el año 2016.

Nos explica la razón de su nombre:
La palabra Vintopía surge de la fusión entre vino y utopía, es una declaración de intenciones en toda regla. Trazamos caminos alternativos que nos lleven a sitios que no tienen por qué existir.
La aventura de hacer vino artesano germina en la cabeza de Clemente hace ya unos años, materializándose con sus primeras elaboraciones.
Clemente y Enrique han estado vinculados a la viticultura desde niños. Esta vinculación los llevó a implicarse de manera activa en un concepto: la Viticultura Agroecológica, que también se podría resumir como empezar a andar caminos distintos a los establecidos, más allá de certificaciones y etiquetas, practicando una agricultura de sentido común que recuperara labores tradicionales y, sobre todo, sin tratamientos nocivos:
En Vintopía nos proponemos la elaboración de vino de un modo artesano, respetando el entorno y aprendiendo de él.

Dónde se encuentran
La bodega se encuentra en la localidad de Cinco Casas, un pequeño pueblo en el corazón de La Mancha, que fue conocida por su gran extensión de viñedo y el volumen de vino que se producía, de hecho había bodegas próximas a la estación de tren antes incluso de la formación del municipio actual.
Sin embargo, la construcción por parte del Instituto Nacional de Colonización de un nuevo núcleo de población en Cinco Casas a mediados de los años 50 del siglo pasado, supuso una transformación del modelo agrícola, abriéndose paso otros cultivos de tipo hortícola y disminuyendo considerablemente la actividad vitivinícola. No ha sido hasta las últimas dos décadas cuando se ha vuelto a plantar viña en el término de Cinco Casas.
Actualmente, toda la uva que elaboramos procede de viñedos familiares propios, cultivados en distintos parajes y con tipos de suelo muy diferentes, entre los 15 y los 25 años:
- Escarraman: 100% Airen en vaso sobre suelo franco arenoso. Secano
- Cinco Casas: Tempranillo y Cabernet Sauvignon, en vaso y en espaldera sobre suelo predominantemente calcáreo muy pedregoso. Aportaciones puntuales de regadío.
Enrique está más volcado en el trabajo de la viña y es él quien realiza la mayoría de las labores de campo. Clemente organiza el trabajo en la bodega, no cuentan con más ayuda:
Vintopía es una forma de entender la agricultura y el entorno: un proceso integral donde se realizan todas las labores, desde la poda y la labranza, pasando por todos los procesos (manuales) de la elaboración, hasta el embotellado.

En la viña siempre hemos trabajado de este modo, solo que antes de empezar a elaborar vino, vendíamos la uva.
Simplemente, manejan el terreno y las variedades de uva que están bien adaptadas. De esta manera, utilizando métodos tradicionales como la formación en vaso o el abonado con estiércol, persiguen conseguir una cosecha óptima en cuanto a calidad y cantidad, con el objetivo de que el vino resultante sea una expresión del terreno del que procede.
Haciendo el vino, recuperando la tradición
Los abuelos de Clemente y Enrique tenían en Tomelloso una bodega–cueva. Estas edificaciones estaban muy extendidas en esta población, en su interior elaboraban vino en tinajas de barro y luego lo vendían a otras bodegas. Pero con la aparición de las cooperativas, esta práctica cayó en desuso.
En cuanto a formación enológica, son autodidactas. Clemente nos cuenta sus inicios:
Nuestras primeras elaboraciones, basadas en tratados de enología y consejos de otros elaboradores de la zona nos revelaron que seguir los cánones establecidos nos alejaba de todo aquello que practicábamos en la viña, de modo que eliminamos los elementos exógenos a la propia uva en los procesos de elaboración y crianza del vino, le quitamos el maquillaje.
Unas semanas antes del comienzo de la vendimia, cuando empiezan a hacer controles de maduración, realizan un esbozo de los vinos que van a elaborar y con qué uva. No corrigen con aditivos en bodega y por ello se obligan a estar muy pendientes del momento óptimo de vendimiar cada variedad.
Tratamos de aplicar el conocimiento que vamos adquiriendo a cada añada, en cuanto al manejo del suelo, de las variedades y los procesos de bodega. De esta manera nos adaptamos a las particularidades de cada añada.
Esta forma de trabajar que es casi una filosofía de vida, la han extendido a las labores en la bodega que realizan de forma manual:
Nuestra dotación tecnológica no va más allá de una pequeña bomba de trasiego.

Los primeros vinos
Las elaboraciones principales, que siguen manteniendo añada tras añada, las realizan con uva de viñedo familiar propio que han ido plantando a lo largo de los últimos 25 años.
Su primer vino, un tinto 100% cabernet sauvignon, lo elaboraron en el garaje de su casa sin apenas medios ¡no tenían ni prensa! Pero salió lo suficientemente rico como para animarles a seguir elaborando. Y llegaron los demás
Echamos la imaginación a volar con cierta frecuencia y siempre probamos a elaborar cosas nuevas. Algunas nos gustan e intentamos mejorarlas y otras simplemente se quedan en el aprendizaje de qué no hay que hacer. Nos gusta enredarnos y hacer que vayan surgiendo vinos.
Otros vinos soñados y creados por los hermanos Ortiz
Trayectoria, presente y futuro
Como es nuestra costumbre, tras describiros el proyecto siempre nos gusta sentarnos cara a cara con uno de sus protagonistas, para pulsar la actualidad de Vintopía y su trayectoria.
Hoy nos recibe Clemente Ortiz
Si echas la vista atrás ¿cómo veis la trayectoria de Vintopía?
En nuestro caso ha sido un proceso de aprendizaje tanto en temas relacionados con las elaboraciones como en aspectos puramente comerciales. En ambos casos creo que hemos asentado unas bases sobre las que avanzar.
La zona en la que estáis ubicados es muy poco conocida pero se engloba dentro de Castilla La Mancha, una región enorme y desgraciadamente con no muy buena reputación ¿Os cuesta diferenciaros, transmitir que vuestra manera de entender el campo y la elaboración nada tiene que ver con los grandes volúmenes de uva y de litros por los que se le conoce?
Al tratarse de una microbodega de tiradas tan cortas, eso nos diferencia automáticamente de la tónica general. Ya esperan algo distinto.
¿Y cómo mejoraríais aún más esta percepción?
El origen es solo un factor de un producto. En nuestra opinión hay factores más determinantes como es el modelo productivo. En otras muchas zonas de España (por fijarnos en un caso local) tenemos viñedos de altísima producción (en kilos) y de impacto ambiental elevado, que emulan el sistema productivo de La Mancha, sin embargo sus vinos tienen mejor reputación.

Lleváis tan sólo 4 años de funcionamiento y sin embargo vuestro nombre empieza a resultar familiar en ciertos círculos ¿cómo se han recibido vuestros vinos?
Pues la verdad es que muy bien, cuesta bastante llegar a esos círculos, pero una vez lo prueban y sobre todo una vez que nos conocen y ven que la elaboración es realmente artesana y tradicional, el cliente queda fascinado. Como consumidores, cuando compramos un producto buscamos que tenga algo más, que tenga verdad, que sea auténtico y cuando alguien prueba estos vinos, saben que lo tiene.
¿Estar dentro del segmento/sector del vino natural creéis que ha sido beneficioso para vosotros?
Nos ha servido de faro para saber hacia dónde queríamos ir, a nuestra manera, sin etiquetas.
¿Cuál es vuestra opinión sobre ese sector? ¿Pensáis que debería estar más reglamentado o eso iría en contra de su propia naturaleza?
Es responsabilidad de cada elaborador ser honesto con lo que hace. Los proyectos de vino artesano son más transparentes y se basan muchas veces en establecer relaciones de confianza con el consumidor.
¿Cómo veis vuestro futuro a corto y medio plazo? ¿Más enfocado al mercado nacional o al internacional?
De momento estamos en fase de asentamiento, seguiremos elaborando nuestros vinos emblema, mejorándolos y haciendo algunas nuevas pruebas que ya tenemos en mente. La idea de mercado es hacer un producto de cercanía, pero no nos cerramos la puerta en un futuro a la exportación.

©Mara Funes Rivas – Inicialmente publicado en Diciembre 2019 – Actualizado en Enero 2022