
- Bodega: Bodega Virgen de la Sierra
- Origen: Calatayud
- Variedades: 98% Garnacha de viñas viejas y un 2% de provechón (bobal) y monastrell
- Elaboración: Se vendimia a finales de septiembre, primeros de octubre. Al ser un conjunto de parcelas se elabora, en depósitos de acero inoxidable, en barricas abiertas y en huevos. Tras una maceración en frio de aproximadamente 7 días el vino fermenta de forma natural con sus levaduras autóctonas
- Crianza: Una vez fermentado y prensado realiza la fermentación maloláctica en las mismas barricas de 3 años donde hace la fermentación alcohólica. Posteriormente el vino permanece 12 meses sobre lías, una parte en barrica y otra en huevos
- Graduación: 15,5%
- Fecha de cata a ciegas: 7 de abril de 2021
Información de interés: Paraje a la salida del pueblo hacia la Sierra de la Virgen, de maduración temprana a 800 m. de altitud con suelo arcilloso. Vino de producción limitada a 4216 botellas que ha obtenido el reconocimiento de The Wine Advocate 2020 con 92 Puntos Parker y el Bacchus de Plata 2020
Apreciación: Etiqueta de color llamativo que se ve compensada con la austeridad de la tipografía. Conjunto que llama la atención sin estridencias.
El vino tiene color rojo picota granatoso en transición a tonos más parduzcos con ribete atejado. Limpio y brillante.
En nariz destaca su profundidad desde el primer momento, con una fruta golosa que se decanta por el color negro de las moras pero dejando entrever recuerdos de fruta escarchada, pulpa de cítricos y pinceladas amargosas de espárragos.
No se hace de rogar para amplificar su paleta aromática con intensa tierra mojada que por momentos torna en turba, hoja de tabaco y ahumados. La mineralidad del grafito y la arcilla juegan con la intensidad balsámica de las hierbas de monte y la menta. Una nariz interesante, compleja y de carácter orgánico.
Entra goloso en boca, con paso horizontal pero no demasiado carnoso aunque sí cremoso. Sabor a violetas, fruta roja ácida y regaliz negro, en contraste con la ralladura cítrica y el eucalipto
Expresivo, sabroso, potente pero sin avasallar y elegante, tiene una boca sedosa y un recorrido y final limpio y persistente.
Valoración global y recomendación de consumo: El vino Albada Paraje La Cañadilla es un vino elegante, profundo y muy armonioso, sin lugar a dudas tremendamente interesante.
Estamos ante un vino manifiestamente versátil que inspira respeto y al mismo tiempo invita a jugar. Tiene un potencial gastronómico evidente y aunque su fresca acidez y equilibrio permite aventurados juegos de maridaje, nosotros lo recomendamos especialmente con carnes rojas y todo el espectro de la caza, de menor a mayor.
PD: Guardénse una copita para el sofá
©Mara Funes Rivas – Abril 2021