Conde Valdemar Gran Reserva 2008

• Bodega: Bodegas Valdemar
  
• D.O./Origen: D.O. Ca. Rioja  (España)
• Variedad: 85% Tempranillo, 10% Mazuelo y 5% Maturana, provenientes de una cuidada selección de las viñas viejas ubicadas en la Rioja Alavesa
• Elaboración y crianza: Reposa durante 30 meses en barricas de roble francés
• Graduación: 13,7º
• Precio aproximado en internet: Entre 19 y 20€
• Fecha de cata: 5/04/2018

Apreciación:  El vino tiene un color rojo picota con tonalidades granates y ribete que tiende hacia los rojizos (teja). La capa es media (se pueden distinguir los dedos si se colocan detrás del cristal), se ve muy limpio y con buen brillo.

Recién abierto y sin agitar, ya demuestra una intensidad aromática entre media y alta. Como en la mayoría de los vinos gran reserva, en un primer momento destacan las notas de humedad (tierra mojada) pero con poco tiempo de aireación aparecen las especias (pimienta negra), y los balsámicos (aroma de pino y resina). No da sensación alcohólica y la fruta es negra fresca (arándano, mora) y roja en licor (guindas de relleno de bombón)

Al dejar que el oxígeno juegue con la copa la pimienta tornando en blanca y la fruta pierde su licor convirtiéndose en cerezas frescas. Aparecen elegantes notas de marroquinería, las especias se hacen picantes (comino, pimentón, nuez moscada), pinceladas de olivas negras y ralladura de chocolate negro.

Un perfil aromático, serio, elegante, profundo y al mismo tiempo muy seductor.

Con timidez pero sin pausa, empiezan a asomar las especias picantes (pimienta negra y clavo). Se intensifica la sensación boscosa con aromas a trufa y hoja de tabaco. Con mayor tiempo de oxigenación aparecen pinceladas de fina marroquinería. También destacan las notas de ebanistería, recuerdos a leña, aromas de nata líquida y frescura de pino. El trabajo del tiempo y el oxígeno nos traen más complejidad con pinceladas metálicas y sensación cálida. La fruta está madura, resaltando la fruta negra y la piel de naranja.

La entrada en boca es potente, con taninos marcados pero ya muy pulidos (no da sensación de aspereza). El sabor es muy fresco gracias a su alta acidez y el tacto deliciosamente sedoso. El sabor es a fruta roja fresca (vuelven las cerezas acompañadas de frambuesas) sobre un fondo mineral oscuro (pizarroso). Los balsámicos (la menta, el regaliz) adquieren protagonismo y asoman notas sápidas que lo hacen muy sabroso. El contacto con el oxígeno le aporta elegancia y distinción, alargando el trago y dejando un persistente recuerdo en boca.

Recomendación de consumo: Un vino que al igual que la añada anterior (2007)  tiene una gran proyección futura pero que estos momentos da una frescura y elegancia que dificultan su guarda. Pareja perfecta de todo tipo de carnes rojas, hasta las de larga maduración, elaboradas tanto a la brasa como en estofados con salsas pero sobre todo con carnes poco hechas, que le echen un pulso de sabor.

Asimismo recomendamos disfrutarlo acompañado únicamente de una buena conversación o escuchando música, un vino especial que se crece en momentos únicos.