Gran Barquero Palo Cortado: la plena actualidad de un gran vino

• Bodega: Pérez Barquero
• D.O./Origen: Montilla Moriles
• Variedad: 100% Pedro Ximénez procedente de la zona de Calidad Superior de la Denominación de Origen (Sierra de Montilla y Moriles Altos)
• Elaboración: Es resultado de una cuidada selección de botas atípicas de vinos viejos sometidos a crianza oxidativa
• Crianza: Envejecimiento eminentemente oxidativo en sistema de criaderas y soleras, durante un período de 25 años aproximadamente, en botas de roble americano
• Graduación: 19º
• Fecha de cata: Cata a ciegas llevada a cabo el 19/09/2019

Información de interés: Este vino ha sido posible gracias a un saber hacer bodeguero que permite seleccionar las botas precisas para componer un ensamblaje de gran singularidad

Apreciación: Muy acertado el diseño de la etiqueta que sin renunciar a sus elementos icónicos, despliega elegancia y claridad visual, poniendo el foco en los conceptos que deben ser recordados.

El vino tiene un precioso color ámbar con reflejos de oro viejo y ribetes cobrizos, muy limpio y brillante.

La nariz es fascinante, con una alta y muy atractiva complejidad que entreteje sus matices armoniosamente.

Se abre con intensos aromas de flor de levadura, pinceladas salinas, notas ligeramente grasas y amargas de frutos secos que se equilibran con sutiles mentolados.

Avanza en su complejidad combinando recuerdos de caramelo líquido con cítricos de piel de naranja, especias dulces y picantes con toques de yodo y la carnosidad de los higos con la largura y elegancia de la ebanistería fina.

En boca es muy seco, largo e intenso. Todos los matices y sensaciones encajan en una complejo puzzle que nos regala una hermosa imagen.

Es redondo, amplio y potente pero todo ello está envuelto de una ligera untuosidad al tacto que no pesa. Tiene el brío cítrico de la corteza de naranja y la sobriedad, estructura y sapidez de los frutos secos. A lo largo de todo su recorrido te llena la boca con una sensación de frescura que no te abandona a pesar de su contenida potencia alcohólica.

Valoración global y recomendación de consumo: Excelente vino con una marcada vocación gastronómica. Perfecto con frutos secos a los que tanto recuerda y por lo tanto, pareja ideal de los quesos curados.

Crece exponencialmente ante un jamón ibérico y su salinidad y empaque planta cara por igual a pescados azules, caldos y consomés y guisos gelatinosos.

Su multitud de caras le permiten ser el acompañante perfecto de la cocina oriental y elaboraciones picantes y es un salvavidas para combinar comidas complicadas como escabeches, alcachofas, espárragos…

Por todo lo anterior consideramos que es un vino de plena actualidad capaz de atraer a un público heterogéneo por su gran versatilidad e intemporalidad.

© Mara Funes Rivas – Septiembre 2019