
- Bodega: Haya Bodegas y Viñedos
- D.O./Origen: Utiel-Requena (Valencia)
- Variedad: 60% Bobal y 40% Merlot
- Elaboración: Vendimia y prensa manual. Todo el proceso de elaboración se realiza de una manera plenamente artesanal
- Crianza: Tras la vinificación el vino lleva a cabo una crianza de 5 meses sobre sus lías finas en barricas de roble francés
- Graduación: 13,5º
- Fecha de cata: Cata a ciegas llevada a cabo el 17/10/2019
Información de interés: La uva bobal con la que se elabora este vino procede de cepas centenarias de pie franco. La cápsula es de cera de abeja ecológica que colocan una a una en las 5.000 botellas que producen
Apreciación: Etiqueta sorprendente, elegante y llamativa pero sin excesos, queda grabada en la retina.
El vino tiene color rojo picota con ribete violáceo y algún reflejo más rojizo.
La nariz es concentrada y anuncia complejidad: aparecen notas cosméticas aderezadas con fruta negra madura (grosellas y cassís).
Una fina marroquinería contrasta con la dulzura contenida de especias como la canela y una sutil vainilla. Como contrapunto encontramos unas elegantes pinceladas de aceitunas negras.
En boca tiene una entrada contundente con sabor a fruta compotada equilibrado con su buena acidez y sabores sápidos que recuerdan al pimentón, el azafrán y las hojas de laurel.
Tiene volumen y estructura, con un tanino protagonista pero pulido y notable persistencia.
Valoración global y recomendación de consumo: Adriano 2018 es un vino con impacto, serio, profundo, al que le queda tiempo y evolución por delante.
Su complejidad aromática, su intensidad y estructura, lo convierte en un vino perfecto para disfrutarlo con calma, para dejar que realce platos suculentos de legumbres, carnes guisadas y asadas, y todas las elaboraciones que requieran de un buen horno de leña, y al terminar la comida, llevarse una copa a un sillón junto a la chimenea.
©Mara Funes Rivas – Noviembre 2019
Un comentario en “Adriano 2018: un vino con impacto”